» No vivimos en Grecia en aquella hora en la que el hombre se abre al placer de la filosofía, ni en el tiempo del Renacimiento cuando el hombre en una especia de desafío se enfrenta al cosmos y al universo; no vivimos en ninguna de las otras épocas, sino en esta hora nuestra, en estas circunstancias, con este entorno. Y esto es importante para el encuentro porque podríamos caer en la tentación de vivir una especie de aventura de otros tiempos, de otras culturas. El gran esfuerzo es no dejar de ser lo que somos sobre todo en esta hora en que vivimos tanto trasiego; es estar muy atentos para no dejar de asumir en el alma remansada nuestra verdad, desde su realidad más profunda e interior, para encontrarnos con lo que realmente hay en nuestro corazón. «Desde el Silencio».
José Fernández Moratiel. O.P.