EL GRUPO DE MEDITACIÓN ABRE SU VENTANA:

Lo más importante que los cristianos tienen que proclamar al mundo, a quien quiera que tenga oídos para oír, es que el Espíritu Santo efectivamente habita en nuestros corazones y que, orientándonos a él con toda nuestra atención, también nosotros podemos vivir desde la plenitud del amor. Podemos también vivir desde el poder que es el Reino de Dios.

            Sólo se puede proclamar lo que se conoce. El retorno diario a la meditación es esencial para ello; y también la disciplina de repetir el mantra de principio a fin. Pero no caigáis en el desánimo o el desaliento. La unidad es nuestra meta, pero debemos acceder a ella desde un comienzo muy fracturado. Aprender a decir el mantra requiere una gran paciencia y exige una gran perseverancia. No os rindáis a la primera. Cuando percibáis que os habéis extraviado, volved a él de inmediato. Quietud corporal y espiritual son el objetivo. Estar totalmente abiertos a la única realidad que es, en última instancia real, la realidad que es amor.

John Main, “El camino de la Meditación”

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