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El Reino de Dios en las parábolas de Jesús. IX El tesoro/La perla

IX. EL TESORO, LA PERLA

«¿Habéis entendido todo esto? (Mt 13,51)?»

El capítulo 13 de san Mateo es el capítulo de las parábolas por antonomasia.  Entre ellas incluye el tesoro escondido y la perla. Son como dos parábolas en una, aunque al principio pudieron ser independientes. Las dos juntas no  cuentan más que con tres versículos. La introducción es siempre “el  Reino de los Cielos se parece a…” o, según otras traducciones, “el Reino de los Cielos es como…”
Joaquín Jeremías (Las parábolas de Jesús) ve cierto desorden en las fórmulas de introducción de las parábolas. Porque el Reino de Dios no es, naturalmente, “semejante a un comerciante”, sino a una perla; no puede ser “semejante a un hombre que había hecho sembrar buena semilla”, sino a la cosecha; no puede “ser semejante a diez vírgenes” sino a una boda.   
El “tesoro escondido” y la “perla de gran valor” pudieran tratarse de una sola parábola recogida de dos modos distintos. En los evangelios sinópticos no se encuentra más que en san Mateo. La idea principal está en la obtención de algo muy valioso que se ha encontrado, en un caso, intencionadamente y, en otro, de improviso. La estructura es casi idéntica en ambas narraciones. El tesoro lo encuentra casualmente un hombre. La perla,un comerciante que buscaba. Ante un presente sorprendente y valioso, los dos reaccionan de la misma forma: venden lo que tienen y compran el terreno.
Dice Miguel de Burgos, O.P., (Sedientos de su palabra) que la decisión que toman los protagonistas parece desproporcionada o, al menos, arriesgada. Que como la comparación es con el Reino de los Cielos, el sentido no puede ser otro que cuando uno lo encuentra, bien sea por suerte, bien porque lo iba buscando al haber oído hablar de él, entonces hay que poner en marcha la sabiduría y el coraje de que uno es capaz, los cinco sentidos, arriesgándolo todo por ello, entregando todo lo que uno tiene. Porque merece la pena.
Es el Papa Francisco quien nos lo aclara: en el Angelus del 30 de julio de 2017 afirma que “Cristo es el tesoro escondido, Él es la perla de gran valor, Él es el descubrimiento fundamental que puede dar un cambio decisivo a nuestra vida llenándola de significado”.
Que así sea.

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