LA ESCUELA DE SILENCIO ABRE SU VENTANA:

En el desierto nos vemos cara a cara con las tinieblas

Al exponerse a la experiencia del desierto, el buscador se enfrenta con lo tenebroso y traba lucha con los poderes de las tinieblas. ¿Qué ocurre durante este conflicto en el desierto?  ¿Por qué es precisamente en el desierto donde los hombres se ven confrontados con el “Maligno”? Nos detendremos ahora a considerarlo.

Todo hombre lleva en su interior cosas buenas y malas, la luz y la sombra. No nos gusta reconocer el lado oscuro de nuestro interior. Reprimimos nuestros aspectos sombríos desplazándolos hacia el subconsciente; y es así como nos creamos una imagen de nosotros mismos compuesta únicamente de cualidades positivas. Poco a poco nos vamos convenciendo, ingenuamente, de que somos como desearíamos ser.

Pero todo hombre se lleva a si mismo donde quiera que vaya. Así que en todo momento llevamos nuestros aspectos sombríos con nosotros. Estos aspectos participan de todos nuestros actos y a menudo los determinan, aún en contra de nuestros propósitos. Un ejemplo: desearíamos amar a todos los seres humanos; pero nuestras relaciones demuestran lo contrario. Pese a la firme voluntad de querer bien a todos, solemos comportarnos con impaciencia, rechazo o agresividad. Con frecuencia nos sorprenden nuestras reacciones, y hasta nos negamos a reconocer que a veces somos la causa del mal. Así es que muchas veces no vemos en nosotros lo que otros si perciben a través de nuestros actos, y es que estamos marcados por nuestros aspectos sombríos.

Pregunta para la reflexión

¿Conoces el corazón de las tinieblas? ¿Cómo es?

¿Cuáles son tus principales tentaciones? ¿Cómo las afrontas?

¿Reconoces que has sido o eres causa del mal?

Carolina.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¡Conéctate con tu parroquia!