LA ESCUELA DE SILENCIO ABRE SU VENTANA:

Profundizamos en el COMPORTAMIENTO PRE-CONTEMPLATIVO Y CONTEMPLATIVO.

El comportamiento contemplativo no significa inactividad, sino que la actividad se vuelve, digámoslo así, más despreocupada. Poco a poco nos volvemos más independiente respecto de los acontecimientos. En la fase pre-contemplativa, por el contrario, el esfuerzo se dirige directamente a cambiar el mundo y a cambiarnos a nosotros mismos. Es preciso lograr algo y esto trae consigo afán de rendimiento, preocupaciones y estrés.

Estas dos formas de vida espiritual se hayan en relación peculiar con las realidades que hemos definido como envoltura, el estrato oscuro y el núcleo sano. El nivel exterior a la envoltura constituye el ámbito propio de lo pre-contemplativo. Lo que se halla dentro de la envoltura, en cambio, configura el ámbito de lo contemplativo. Esto significa concretamente que de la envoltura hacia fuera tiene vigencia las leyes que modifica el mundo: debemos pensar y alcanzar metas. De este tipo son nuestras reacciones en la vida cotidiana. Cuando algo nos molesta, por ejemplo, nos preguntamos de inmediato a qué se debe y procuramos cambiarlo. Dentro de la envoltura, en el estrato oscuro y en el núcleo sano, no se puede pensar ni actuar. En el momento en que alguien comienza a pensar o a actuar ya está fuera de la envoltura.

Preguntas para la reflexión: Seguimos profundizando en esta pregunta

  1. ¿Te esfuerzas por cambiarte y por cambiar el mundo o pones ya todo en manos de Dios?

Carolina.

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