LA ESCUELA DE SILENCIO ABRE SU VENTANA:

CUIDAOS UNOS A OTROS COMO YO OS HE CUIDADO.

El sentido último de nuestra vida es EL AMOR. Parafraseando al Papa Francisco: “un yo en salida”.

Una salida del yo para atender a los demás en su dolor.

¿Qué nos enseña la oración contemplativa?

En la oración contemplativa aprendemos a estar simplemente para Dios, sin deseos, sin preocupaciones, sin meta, sin propósitos, libres de todo otro interés, pensamiento y actividad. El que puede estar así, puede estar para Dios y puede estar para el prójimo, porque ambas relaciones son una sola. En cambio, quien no pueda distanciarse de sus deseos, sus preocupaciones, sus metas, sus problemas, sus opiniones y su sed de actividad, no puede reunirse con Dios ni con sus semejantes. También desde este punto de vista la oración contemplativa es la mejor escuela para encontrarse con los hermanos.

La oración contemplativa nos enseña a escuchar a Dios y, con ello, nos enseña a escuchar a los hombres que es lo mismo. O dicho de otra forma: el que puede prestar oído a las personas, puede escuchar a Dios. La práctica contemplativa nos sirve para aprender a escuchar.

Preguntas para la reflexión

  1. ¿Sabes desconectarte de lo propio para conectar con el hermano?

  2. ¿Crees que la meditación te está ayudando a escuchar a tu hermano?

    Carolina.

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