Colocar a Dios en el centro
La relación con Dios, se expresa necesariamente a través de la entrega, el servicio y la alabanza a Dios.
Lo fundamental en la oración, es la entrega. A veces nuestras oraciones son egocéntricas, son con demasiada frecuencia referidas al yo. Exigimos que Dios se ocupe de nosotros, en lugar de entregarnos nosotros a Dios.
Podemos querer cosechar reconocimiento de parte de Dios y ser recompensado por El. Continuamente necesitamos justificarnos ante Dios y demostrar que hemos hecho todo bien, pues queremos conquistar el reino de los cielos con nuestros méritos. Buscamos la salvación a través de nuestras acciones buenas.
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Pablo dice de tales personas que quieren alcanzar la bienaventuranza mediante sus “obras”. En el fondo no buscamos a Dios sino los dones de Dios. Pero la religión no consiste en pedir los dones de Dios sino en colocar a Dios en el centro de toda búsqueda. Esto es lo que importa, mientras que buscamos los dones de Dios estamos referidos a nosotros mismos, no a Él.
Preguntas para la reflexión:
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¿Buscas la salvación o felicidad a través de tus acciones buenas?
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¿Te parece injusto ser bueno y que te vaya mal?
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¿Buscas a Dios o a sus dones?