LA ESCUELA DE SILENCIO ABRE SU VENTANA:

La relación con el mundo

A la luz de lo divino, el mundo es sólo el ámbito de nuestro peregrinaje terreno, en el que nos encontramos pasajeramente. Aceptar esto es nuestra principal dificultad espiritual: queremos hacer compatible a Dios con el mundo.

    Sólo quienes están totalmente vacíos del mundo pueden reconocer la presencia de Dios. El hijo pródigo (Lc15, 11-32), tuvo que perderlo todo y verse confrontado con la nada de su total miseria para poder creer en la presencia del Padre, esperándolo en casa.

     La samaritana que ruega a Jesús que le dé agua viva debió empezar por reconocer toda su miseria en el trato con los hombres, antes de poder acceder a Jesús como Mesías.(Jn4,27-42)

     En el momento de su encuentro con Jesús, Zaqueo sintió la íntima necesidad de ofrecer su dinero. Su relación con el dinero se había modificado sustancialmente al tomar contacto con Jesucristo (Lc19, 1-10).

      El buen ladrón, crucificado junto a Jesús, debió sentir la renuncia total a esta vida antes de poder oír las palabras: “te aseguro  que hoy estarás conmigo en el paraíso”

      Esta es, en definitiva, la razón por la que Jesús predica que cada uno debe negarse a sí mismo para hallar la verdadera vida (Mt16, 24-25)

Preguntas para la reflexión:

  • ¿Crees que tu amor al mundo y a la vida te impiden de alguna manera vivir más cerca de Dios?

  • ¿De qué tendrías que vaciarte un poco para que Dios pudiera entrar en tu vida con mayor plenitud?

  • La samaritana tuvo que reconocer su miseria para reconocer a Jesús como Mesías. ¿Qué tendrías que reconocer tú ante Él?

Carolina.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¡Conéctate con tu parroquia!