LOS SACERDOTES ABREN SU VENTANA:

Id a Galilea.

Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María de Santiago y Salomé compraron perfumes para ir a ungirlo. El primer día de la semana, muy temprano, cuando amanecía, llegaron al sepulcro. Se decían: —¿Quién nos moverá la piedra de la entrada del sepulcro? Alzaron la vista y observaron que la piedra estaba movida. Era muy grande. Al entrar al sepulcro, vieron un joven vestido con un hábito blanco, sentado a la derecha; y quedaron sorprendidas. Les dijo: —No os espantéis. Buscáis a Jesús Nazareno, el crucificado. No está aquí, ha resucitado. Mirad el lugar donde lo habían puesto. Id ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de ellos a Galilea. Allí lo verán, como les había dicho. (Marcos 16,1.7)

Irá delante de vosotros a Galilea, dice el evangelio de san Marcos… allí lo verán… Me pregunto: ¿Y por qué no se quedan en  Jerusalén? 

Era el sitio propio señalado por todo el Antiguo Testamento como la Casa del Señor. Toda la religión de los judíos estaba centrada alrededor de la Ciudad Santa… Jesús iba normalmente al templo. Allí tuvo brillantes controversias con “los judíos”, allí remató su amor dando su vida “por nosotros y por muchos”. En la cruz. En la ciudad fue crucificado, enterrado… y resucitado. Era el sitio apropiado…

Pero leemos en evangelista: “Id a Galilea. Allí lo verán, como les había dicho…”

Algo nos dice:

¿Puede querer decir la novedad del nuevo y alegre mensaje del resucitado fuera del antiguo mensaje de Dios a los hebreos? ¿Puede ser que el significado global del Testamento Antiguo era muy respetable, pero que Jesús pensaba abrirlo a las periferias, a la región más paganizada (dentro de un orden) que era Galilea? ¿Quizás que a los discípulos les recordara los primeros encuentros con Él en sus más puros y juveniles entusiasmos cuando les llamó en las orillas del lago de Genesaret?

¿Puede que eso significara para ellos dejar el “hombre viejo” y comenzar el “hombre nuevo?” ¿Unos distintos seguidores más abiertos, no centrados en el culto y la rigidez de la letra? Él había dado ejemplo de libertad y entrega, centrando su actividad en las personas, especialmente en los pobres, los desgraciados, los marginados por la sociedad y la religión, sin desdeñar a cualquiera con tal de que se manifestara persona. Miraba más a los ojos de las personas y no tanto a la ley (que Él respetaba, pero no adoraba)

Toda su vida había sido un ejemplo, un signo para ellos, En Jerusalén no lo iban a comprender… Quería otro estilo, otro enfoque, otros conflictos solucionados o no rehuidos.

Por eso lo importante es: mirar y ver a Jesús. Guiados por la Iglesia pero sin perder el horizonte. Eso la ha salvado. Esto es lo esencial. “Pedir al Señor conocimiento interno para que, amándole más, le sigamos”. Ir a Galilea.

Leonardo Molina S.J.

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