Tremendo.
Al experimentar en estos días el acontecimiento de la resurrección de Jesús, únicamente me viene a la mente una palabra: tremendo.
Y esta conmoción fue la que sintieron aquellos discípulos cuando al fin se dieron cuenta de que su amado y derrotado líder, se presentaba ante ellos vivo. Jesús ahora era el mismo con el que habían vivido y compartido, sí. Pero no era el mismo.
El caso es que inesperadamente, inconcebiblemente, se les presentó.
Trataré de describir aquellos sentimientos acudiendo a los sinónimos de nuestro diccionario,
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tremebundo, espantoso, espeluznante, horrible, horripilante, monstruoso, terrible, terrorífico.
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formidable, gigantesco, enorme, imponente.