XI. LA RED BARREDERA
«Cuándo Jesús acabó estas parábolas, partió de allí» (Mt 13,53)
En otra comparación de san Mateo nos cuenta el “parecido” del Reino con la red de pescar. Esta vez la similitud es con la red barredera, que va barriendo el fondo del mar y recogiendo toda clase de peces. Los buenos son echados a cestos buenos y los malos devueltos al mar. Dice el evangelista que lo mismo sucederá al final de los tiempos: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno del fuego. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Esta parábola es también muy corta y viene a cerrar curiosamente, como resumen, las del capítulo 13. Ese mismo día Jesús se había sentado junto al mar. Y acudió tanta gente que tuvo que subirse a una barca, desde la que habló de muchas cosas en parábolas. Y les contó cómo el Reino de los Cielos crece cuando cae en tierra buena; o de qué forma lo hace igual que el grano de mostaza; también crece como la levadura hace con la masa. Ahora son los pescadores los que separan los peces buenos de los malos, como hay que separar el trigo de la cizaña.
Al principio de ese capítulo 13, Jesús había salido de “su casa”, estuvo predicando a la orilla del mar y se volvió a ella: Nazaret. Aunque ni Mateo ni Lucas la nombran, sí lo hace Lucas.
Una dura frase repite cinco veces san Mateo en su evangelio: “Allí será el llanto y el rechinar de dientes”. Es una expresión que probablemente procede de la “fuente Q”, por cuanto san Lucas también la recoge en 13,28. Y era conocida del Antiguo Testamento: el libro de los Salmos la cita dos veces (5,16; 112,10), y el de Job, una (16,9).
El Papa Francisco se vale con insistencia de la enseñanza de las parábolas. Conoce que el proyecto del Padre es instaurar su reino. Para ello se vale de sus discursos, homilías,escritos, ángelus, etc. Quiere que todos colaboremos en la tarea. Porque, como afirma en la exhortación apostólica Amoris Laetitia, “cada uno de nosotros tienen un papel que desempeñar en la preparación de la venida del Reino de Dios” (nº 181).
